La Tour de Saint Jacques o el comienzo de una ruta hacia el Finis Terrae.

París. A solo un par de cuadras de la rivera derecha del Sena y justo en la intersección del Boulevard du Palais con la Rue de Rivoli, se encuentra la entrada a los jardines en los que permanece todavía erguida la Torre de Saint Jacques. Cinco siglos después, este hermoso campanario de estilo gótico flamígero de 52 metros de altura, es el único vestigio de lo que alguna vez fue la iglesia de Saint Jacques de la Boucherie, edificada en el siglo XVI y destruida en 1797.

Rodeada de un hermoso parque al que se puede acceder, esta torre era el punto desde el cual partían hacia Santiago de Compostela los peregrinos que elegían la Vía Turonensis, que pasa por la ciudad de Tours. Este punto central e icónico de la ciudad de París, era el comienzo de una de las tantas rutas a Compostela que terminaban por confluir en Saint Jean Pied de Port en la región de Aquitania. Desde allí los peregrinos tomaban el llamado Camino Francés hasta la ciudad de Puente la Reina en Navarra y a partir de allí, todos los caminos se hacían uno solo hasta la sede del apóstol en Compostela y todavía más allá, hasta el fin del mundo conocido o Finis Terrae en las costas de Galicia.

La antigua iglesia de Santiago, recibió su nombre debido a que la cofradía de los carniceros hizo instalar en su cima, una gran estatua del apóstol Santiago de 3,50 m, al que se lo puede distinguir vestido con ropas de peregrino.

En la base de la torre, puede verse una estatua de Blas Pascal, que recuerda los experimientos de presión atmosférica realizados en dicho lugar. Asimismo, esta torre, sirvió de inspiración a Alejandro Dumas para escribir La Tour Saint Jacques de la Boucherie en 1856 y debajo de su estructura se encuentran sepultados los restos del mítico alquimista Nicolás Flamel.

¿Cómo llegar?

En Metro, tomando la línea 1 hasta la estación Chatelet les Halles.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *