Resulta imposible pensar en imágenes de naturaleza o vida silvestre, sin que se nos venga a la mente una de las tantas postales de este maravilloso parque nacional americano. Situado en estado California, a unos 320 kilómetros de San Francisco, Yosemite nos impacta con su imponente belleza natural.
Sus 3081 km2 de superficie, se extienden al oriente de la Sierra Nevada y es visitado cada año por mas de cuatro millones de personas de todo el mundo.
Dada su extensión, para recorrerlo en profundidad hacen falta varios días y para evitar temperaturas extremas, es mejor visitarlo en Otoño o Primavera. Muchos visitantes optan por alojarse en hoteles cercanos a alguna de sus entradas y otros directamente, eligen acampar dentro del mismo.

Caminar por senderos interminables, sentarse a admirar las inmensas formaciones de granito, escalar sus puntos más altos para admirar la belleza del valle, son apenas algunas de las tantas opciones que se ofrecen a los visitantes. En mi caso, intenté emular con mis fotografías a Ansel Adams, aquel mítico fotógrafo americano que en los años cuarenta inmortalizó cada uno de los hermosos rincones de este parque.

Todo está perfectamente organizado para recibir a los visitantes y es muy eficiente el sistema de buses que recorren el parque de manera gratuita, parando en cada uno de los principales puntos de interés. En épocas de temporada alta, esta resulta ser la mejor opción para dejar nuestro vehículo estacionado en los parkings cercanos a las cabeceras de cada recorrido y recorrer el parque en bus.

Si bien la mayoría de sus visitantes opta por recorrer el valle de Yosemite dentro del parque, este representa tan sólo el 1% del área del parque. El Capitán, un prominente acantilado de granito que se vislumbra sobre el valle, es quizás uno de los destinos más populares del mundo entre los que practican escalada en roca, debido a sus diferentes grados de dificultad y numerosas rutas de ascenso establecidas, además de ser accesible durante todo el año.
Entre sus numerosas atracciones, el parque posee tres bosques de añejos ejemplares de Sequoias gigantes (Sequoiadendron giganteum): el bosque Mariposa (200 árboles) el bosque Tuolumne (25 árboles) y el bosque Merced (20 árboles). Las sequoias gigantes son uno de los árboles más altos y de mayor longevidad en el mundo.
Gran parte del parque cierra durante el invierno debido a las fuertes nevadas, sin embargo, el valle de Yosemite permanece abierto durante todo el año.